La estructura salarial de la industria mejoró un 46 por ciento por encima de la inflación minorista acumulada desde la devaluación, y el sueldo promedio del sector productivo se ubicó en 2.020 pesos en el primer trimestre del año, de acuerdo con un informe elaborado por el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (CEU).
Además, la entidad advirtió que la problemática del mercado laboral "es fruto de una acumulación histórica de crisis recurrentes", y aclaró que su "resolución definitiva debemos
pensarla para el mediano y largo plazo".
Pero destacó que la intensidad en la generación de empleo "es un rasgo central del nuevo patrón productivo, y tiene como resultado fuertes bajas en las tasas de desocupación e
informalidad laboral".
Según ese trabajo, la estructura salarial de la industria "mejoró por encima del promedio de la economía. Desde diciembre de 2001, los salarios de los obreros ocupados acumularon, en el segundo trimestre de 2006, un crecimiento promedio del 128,5 por ciento". "Este aumento representa un 46 por ciento por encima de la inflación minorista en el período, que fue del 82,6 por ciento", según el INDEC.
El documento del CEU resalta además que para los primeros tres meses de 2006, el salario promedio del sector industrial se ubicó en 2.020 pesos, "casi 400 pesos por encima del resto de la economía y mil pesos del promedio de 1994-2001".
También puntualiza que "como producto de una mayor y mejor movilidad entre rangos de remuneración, mientras que en 2003 casi el 60 por ciento no superaba los 800 pesos mensuales, esa proporción se redujo hoy al 30 por ciento". "Asimismo, mientras que en octubre de 2002, la proporción de empleo no calificado en la industria era casi del 20 por ciento, esa participación se redujo al 12,9 por ciento en el cuarto trimestre de 2005", señala el trabajo del Centro de Estudios.
El informe considera que en un contexto de precios relativos "acordes a la estructura económica, la industria impulsa no sólo el nivel de actividad, sino también la generación neta de más y mejor empleo".
En ese sentido, se explica que a partir de 2003, "acompañando una clara tendencia a la normalización en el uso de los recursos productivos, el sector industrial ha ganado un papel central no sólo como motor del crecimiento, sino también en la creación neta
de empleo registrado".
A diferencia de la dinámica laboral de los años 90, la "fuerte expansión" de la industria en el período de gobierno actual "pudo traducirse en aumentos de productividad con generación de empleo".
"Así, la elasticidad del empleo registrado-crecimiento industrial ha sido del 0,5 por ciento en el primer año de reactivación (2003); del 1,3 por ciento en 2004; 1,23 por ciento
en 2005 y 0,95 por ciento en el primer trimestre de 2006".
El informe, además, indica que durante los dos primeros trimestres de 2002, "los puestos laborales en la industria presentaron una menor caída relativa con relación al resto de las
actividades económicas".
"A partir de allí, el empleo industrial comenzó a presentar una elevada respuesta al nivel de actividad, acumulando un crecimiento que supera en casi el 15 por ciento al desempeño promedio de los otros sectores", añadió.
Para el CEU, "esta dinámica ha permitido a la industria estabilizar su participación en el empleo total, en torno al 18 por ciento".
En cuanto a la informalidad laboral, el informe señala que está concentrada, fundamentalmente, en los establecimientos de hasta cinco empleados, con mayor frecuencia
relativa entre las mujeres, los jóvenes de entre 15 y 24 años y las personas con bajo nivel educativo.
