El Departamento de Comercio y Negociaciones Internaciones, en su reunión del día jueves 2 de agosto, recibió la visita del Director Nacional de Negociaciones Económicas Internacionales, Embajador Néstor Stancanelli, acompañado por el Director de Negociaciones Económicas Multilaterales, Ministro Luis Niscóvolos, negociadores argentinos ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), recién arribados de la reunión de Ginebra realizada el 23 y 24 de julio pasado, tras un intento del Director General Pascal Lamy de reactivar la Ronda Doha.
Estas negociaciones multilaterales se encuentran en un compás de espera, fundamentalmente porque se ha llegado al “núcleo duro” de las posiciones, en el cual los Países Desarrollados exigen a los Países en Desarrollo un mayor sacrificio en la desgravación de los productos industriales pero ofreciendo a cambio pocas concesiones en materia agrícola. Mientras, los Países en Desarrollo plantean que para mejorar cualquier posición en tema industrial debe existir una ambiciosa oferta agrícola por parte de los Países Desarrollados en sus tres pilares: acceso a mercados, eliminación de subsidios a las exportaciones y rebaja sustancial en las ayudas internas a la producción, que afectan al comercio.
En ese contexto se desarrolló la reunión en Ginebra a la cual asistió el Emb. Néstor Stancanelli, quien ratificó la firmeza que están adoptando los integrantes del Grupo NAMA 11, coordinado por Sudáfrica, en el que la Argentina está desarrollando una activa participación con sólidas propuestas técnicas. En este Grupo también participan activamente Brasil, India y China.
En las últimas reuniones del NAMA11, la Delegación Argentina, ha logrado consenso para documentos, técnicamente inobjetables, en los que se plantean métodos y cálculos para poder tener un equilibrio en las ambiciones de logros en industria y agricultura manteniendo el principio de reciprocidad no equivalente a favor de los Países en Desarrollo.
Comentó el Embajador Stancanelli que la Argentina sostiene esta posición a los efectos de mantener un margen de maniobra para las políticas industriales de nuestros países ya que considera que la Argentina no debe desarmar el sector productivo industrial base importante del empleo.
En ese sentido sostiene que el coeficiente a utilizar en la fórmula prevista para la desgravación arancelaria industrial sea de 35 (mientras más bajo es el coeficiente el resultante de la fórmula afecta un universo mayor u con un nivel de arancel externo a aplicar menos protectivo). Esto contrasta con el coeficiente “15” que pretenden aplicar los Países Desarrollados como la Unión Europea y EE.UU.
La firme posición Argentina, sostenida por el NAMA 11, tuvo como efecto inmediato que fuera rechazado el Documento preparado por el Presidente del Grupo de Negociación NAMA – como síntesis de las discusiones dentro del Grupo - que de haber sido consensuado hubiera dejado como precedente, para la negociación de los Ministros, un rango de coeficiente entre el “19” y el “23”. De utilizarse algún valor dentro de este rango – p.e. el “23” – significaría que se vería afectado el 60 % de las posiciones arancelarias industriales argentinas con una pérdida sustancial del nivel de protección actual.
Especialmente se comentó que actualmente la continuidad de la Ronda de Doha depende en gran medida en la aprobación para negociar que le ha otorgado el Congreso de EE.UU a su Presidente (el TPA o Trade Promotion Authority), que acaba de caducar con pocas o nulas posibilidades de renovación. Por otra parte, en el Congreso norteamericano se está tratando la renovación de la ley agrícola (Farm Bill) que, de aprobarse tal cual la está promoviendo los representantes del Congreso, especialmente los demócratas, implicaría ir en contra de las concesiones que en esta materia exigen los Países en Desarrollo para avanzar en la Ronda Doha. En otros términos el núcleo agrícola duro se haría aún más difícil de negociar.
La Unión Europea, que acompaña normalmente las posiciones de EE.UU. en materia industrial, ya ha concedido eliminar los subsidios a las exportaciones a partir del 2001. En materia de subsidios a la producción que afecta el comercio habría que seguir la evolución de la reforma del Programa Agrícola Europeo (PAC) para saber si puede obtenerse alguna flexibilidad europea en ese punto.
En el pilar Acceso a Mercados subsisten fuertes diferencias con la UE.
Capítulo a parte merece la posición de Brasil que, además de estar en NAMA11 y en G20 (Argentina, Brasil, India y China más Países en Desarrollo con interés agrícola), participa también en el Grupo más chico formado por EE.UU, UE, India y Brasil (G4). De esta manera, Brasil participa conjuntamente con la Argentina en algunos ámbitos pero tiene una relación más directa con los jugadores más fuertes de la Ronda (UE y EE.UU) lo que requiere un sistema de coordinación muy aceitado entre los diferentes negociadores. A esos efectos, el Canciller Taiana concurrirá a Brasil el sábado 4 de agosto, para, entre otros temas diplomáticos, realizar una reunión con su par brasilero, Embajador Amorín, ante la intención de Pascal Lamy de reactivar las actividades de la Ronda a partir de septiembre.
Como conclusión de este tema el Embajador Stancanelli comentó que como la dinámica de estas negociaciones es cambiante o sea pueden reactivarse en pocos meses el Gobierno argentino está permanentemente activo con sus presentaciones y relaciones con sus aliados en las posiciones de los Países en Desarrollo descriptas.
También el Embajador transmitió que estaba partiendo para la República Popular China con la intención de llevar ofertas de productos industriales para que ese país cumpla con el compromiso asumido oportunamente en facilitar en mayor volumen de exportación de estos productos a China.
Agradeció la difusión que le prestará la UIA y sus Cámaras asociadas y que a su regreso seguirá proponiendo avanzar en esos temas y ver la posibilidad de avanzar de la misma manera con otros mercados como India y Rusia con el objetivo de diversificar y ampliar las exportaciones industriales argentinas.
