Los sectores mejor posicionados para la post crisis

A partir de un estudio realizado por la UIA y el COFECyT sobre cadenas productivas con gran potencial de crecimiento, es posible identificar sectores de la actividad empresarial argentina que en un momento de retracción global incrementan su perfil competitivo. Desde los alimentos hasta la neurociencia, un repaso por los nichos que pueden desafiar a la crisis, aunque en el corto plazo todos los sectores se ven afectados por la misma, en el largo plazo algunos cuentan con gran potencial de desarrollo. (articulo del Cronista Comercial).

26/02/2009
Toda crisis encierra una oportunidad, y los empresarios argentinos que barrenaron con éxito el tsunami económico de comienzos de 2002 lo saben muy bien. Así como en aquel momento la devaluación obligó a sustituir importaciones con producción local, los inconvenientes para colocar materias primas en los mercados internacionales abren la posibilidad de elaborar productos de mayor valor agregado en el país. Un buen ejemplo es el de la industria del cuero, que tradicionalmente exportaba su producción a las automotrices (cuero sin terminar para tapizados de los asientos de automóviles). Con la caída de la producción mundial de vehículos, las curtiembres locales armaron un plan junto a la industria de marroquinería y calzado, para fabricar zapatos escolares de calidad y a su vez sustituir importaciones de calzado de símil cuero provenientes de china. En el sector del software, en tanto, el desarrollo local de sistemas de gestión para bajar los costos y mejorar la productividad, sustituye a los “paquetes” desarrollados por las multinacionales de tecnología.
“La crisis internacional originada ante la falta de regulación del sistema financiero por parte de los organismos internacionales abre las puertas a un reposicionamiento de aquellos países -como la Argentina-, cuyas economías se volcaron a la producción real”, sostiene Hugo De Vido, secretario general del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (COFECyT). Este organismo, junto con el centro de estudios de la UIA identificó 44 cadenas productivas con gran potencial de crecimiento. En el informe, denominado “Debilidades y desafíos tecnológicos del Sector Productivo”, se seleccionaron actividades representativas de cada provincia dentro de las áreas de alimentos, metalmecánica, electrónica, plásticos, textil-indumentaria, industria maderera, gráfica, salud, energía y minería. Asimismo, se detectaron las debilidades de cada sector y las oportunidades de mejorar la competitividad a través de la modernización tecnológica, mejoras en los procesos, calidad y formación de los recursos humanos, entre otros. “En todos estos sectores, la Argentina cuenta con gran potencial en lo tecnológico y profesional”, dice De Vido. “A partir de conocer las debilidades en cada sector y en cada región del país, se está dando una interacción entre la esfera pública y la privada para lograr el financiamiento de las distintas áreas productivas a través de Aportes No Reembolsables (ANRs)”, dice el funcionario.
Desde el Instituto Ieral de la Fundación Mediterránea, el Economista Gabriel Sánchez llama a la cautela. “Si bien se puede hablar de algunos clusters o casos puntuales de emprendedores exitosos, no hay que perder de vista que una crisis global golpea a todos los sectores, especialmente a aquellos que producen bienes y servicios con alta elasticidad ingreso-consumo (automóviles, electrodomésticos, turismo), los que dependen de las exportaciones a Estados Unidos y Europa (potencias que están poniendo barreras para proteger a sus propias industrias), y los que dependen altamente del crédito: textiles, industria gráfica, maquinaria y equipos, químicos”, advierte.
No obstante, hay sectores con gran potencial de desarrollo en el largo plazo, aunque en el corto se vean afectados por la crisis. La biotecnología, la agroindustria y la industria alimenticia (aunque bajen los precios internacionales, el mundo no dejará de comer alimentos), y estos son los rubros a los que el economista de Ieral pondría sus fichas: medicamentos biotecnológicos; nuevas semillas y alimentos, indumentaria de diseño y exportación de formatos y contenidos para la industria del entertainment, por nombrar algunos.
En tanto, el titular de COFECyT señala que en circunstancias como las actuales, “si bien el mercado externo es importante para el desarrollo de cada sector productivo, el contexto internacional aparentemente adverso obliga a desarrollar estrategias basadas en el mercado interno”. En este sentido, el relevamiento del Consejo destaca las oportunidades de interacción que existen entre las cadenas productivas (por caso, el desarrollo de maquinaria agrícola para mejorar la producción de frutas finas, o la creación de software específicos para la industria farmacéutica y gráfica).
Por otra parte, todas las cadenas productivas relevadas participan del programa de Proyectos Federales de Innovación Productiva - Eslabornamiento Productivo (PFIP-ESPRO). El mismo cuenta con una línea de financiamiento destinada a vincular la ciencia y la tecnología a las necesidades concretas de producción nacional. Estos son algunos de los sectores analizados y con mayor potencial de desarrollo:
Apicultura Dulce promesa
La Argentina se encuentra entre los cinco primeros productores mundiales de miel y es el primer productor mundial. Del total producido, se consume internamente sólo el 5%. “Algunas de las razones del bajo desarrollo del mercado interno se encuentran en la falta de hábito de consumo, la fuerte competencia del azúcar y la escasez de conocimientos acerca de las propiedades del producto”, destaca el informe.
La producción apícola se encuentra altamente atomizada en manos de unos 30.000 productores, y en el otro extremo de la cadena, la exportación está fuertemente concentrada en 45 empresas. La baja escala de los productores (el 90% de ellos tienen menos de 300 colmenas) limita su capacidad de negociación de precios y el acceso al crédito, condición necesaria para incorporar tecnologías y mejoras de procesos.
El 98% de la miel que se exporta, se envía “a granel” (un commodity no diferenciado). Sólo el 2% se exporta fraccionada y con diferenciación de origen. Por lo tanto, hay mucho camino por recorrer en pos de lograr mayor valor agregado, y por ende, mejor precio para la miel argentina. Otra de las oportunidades reside en las ventajas comparativas que tiene el país para la producción de miel orgánica, que presenta una demanda creciente debido a los cambios de hábitos de consumo hacia productos sanos y naturales, advierte el relevamiento de COFECyT.
Industria gráfica En busca de un mejor papel
En el país existen unas 8.000 industrias gráficas, el 70% de ellas están ubicadas en la ciudad y el Gran Buenos Aires, y emplean en forma directa a unos 39.000 personas. Del total, unas 6.500 están registradas como industria y el resto como comercio, aunque su actividad principal es la impresión. Los productos van desde formularios, sobres y etiquetas, hasta envases de papel y cartón, revistas, diarios y libros, cada uno con su dinámica particular.
En líneas generales, desde el fin de la convertibilidad, la industria gráfica argentina creció en forma sostenida hasta 2007. Al comienzo, la recomposición se produjo aprovechando la capacidad instalada ociosa. Pero luego comenzaron a hacerse algunas inversiones. Según el informe, entre 2003 y 2007 se importaron maquinarias por u$s 400 millones. Un nivel similar al de la década del 90‘.
Entre las debilidades que el estudio identificó en este sector están la escasa oferta de empresas dedicadas a la encuadernación, un rubro que no acompañó al crecimiento que tuvieron otros sectores de la actividad gráfica. “La calidad de la encuadernación argentina no es comparable con los estándares internacionales, lo que determina una inferior calidad del libro terminado, aún cuando la impresión sea buena”, destaca el informe.
Otro de los desafíos para el sector es el desarrollo de software de gestión de la producción y la programación de equipos de impresión. Por lo tanto, una de las posibles soluciones es financiar el desarrollo de software específico.
Plásticos El desafío de innovar
La industria del plástico en la Argentina está concentrada en pocos proveedores de materias primas (empresas químicas y petroleras de escala internacional). Por otro lado, hay unas 2.700 plantas transformadoras, en su mayoría pymes. El 80% de ellas están en Capital y Gran Buenos Aires, y 50 empresas están radicadas en la provincia de San Luis. La actividad principal es la elaboración de packaging y envases para otras industrias nacionales. Hay algunos problemas en el sector que suelen afectar a los distintos eslabones de la cadena productiva. Por ejemplo, demoras en la realización de los controles de calidad de las materias primas, el elevado costo de las matrices importadas, y la falta de innovación en los productos. Para resolver estos contratiempos, COFECyT propone crear un laboratorio que realice controles de calidad en la provincia de San Luis, para cubrir las demandas de fabricantes del interior, y crear un centro de investigación y desarrollo de productos.
Neurociencias La hora del cerebro
Las neurociencias abarcan varias disciplinas como la neurología, neurocirugía y psiquiatría, así como las diferentes ramas de cada una (neurofisiología, neuropsicología y microcirugía, entre otras). Se trata de un sector altamente dinámico, que emplea mano de obra muy calificada y genera importantes divisas por la creciente afluencia de pacientes extranjeros que vienen a tratarse al país.
Al igual que en el resto de las ciencias médicas, pueden identificarse dos etapas: investigación básica y aplicada, y prestación de servicios de diagnóstico y tratamiento. El principal polo de desarrollo se encuentra en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, aunque la provincia de Mendoza también cuenta con varios centros de referencia, públicos y privados, y recursos tanto humanos como tecnológicos para el desarrollo de esta actividad. No obstante, según el informe del Consejo Federal de Ciencia, una de las falencias es la escasa vinculación entre los actores del sector. Otro importante escollo es la tecnología de diagnóstico obsoleta y la ausencia de un centro de investigación en biotecnología neurológica asociado a los centros de investigación y prestaciones médicas. El financiamiento para incorporar equipamiento de avanzada (tomógrafos, equipos de resonancia magnética) ayudaría a mejorar la precisión de los diagnósticos, incrementar los indicadores de prevención y disminuir los gastos en salud a través de intervenciones costo-efectivas.
Autopartistas Con semáforo amarillo
En la Argentina, el sector autopartista representa el 5,5% del PBI industrial y es, junto con el de las terminales automotrices, el tercer rubro de la economía que más exporta. Las ventas externas representan actualmente el 13% de las manufacturas industriales y el 4% del valor de las exportaciones totales.
Actualmente funcionan en el país unas 200 autopartistas proveedoras de las terminales automotrices, y alrededor de 400 firmas más orientadas al mercado de reposición, la mayoría localizadas en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
A pesar de la buena performance de este rubro en el país, un obstáculo importante es su dependencia de la economía general y de la industria automotriz en particular, que se ha visto enormemente afectada luego de la crisis financiera internacional. En tanto, la suerte de esta industria nacional está fuertemente atada a lo que ocurre en Brasil, que es a la vez de principal competidor, el más importante mercado al que acceden las autopartes argentinas.
Entre las debilidades “locales” del sector están la baja capacidad de innovación de los productos, la escasa capacidad de respuesta al continuo avance tecnológico del sector automotriz, la falta de recursos humanos con competencias específicas en gestión de la innovación y la necesidad de implementar sistemas de producción ambientalmente sustentables. Entre las soluciones que propone el informe se cuentan: la creación de un Observatorio Tecnológico para la industria automotriz, la generación de Centros de Diseño y la creación de carreras y posgrados de “gerentes tecnológicos” en las universidades públicas de todo el país. En cuanto a los métodos de producción limpia y el uso sustentable de la energía, primero habría que medir el consumo, identificar la matriz energética que utiliza cada empresa, y financiar la incorporación de tecnologías limpias.
Frutas finas A la carta
La denominación de “frutas finas” obedece a razones comerciales más que botánicas, e incluye frutillas, cerezas, frambuesas y arándanos, principalmente. El desarrollo del sector en el país es incipiente, con la salvedad del cultivo de frutillas, que es tradicional en varias regiones del país como Tucumán y el centro de Santa Fe. Se trata de producciones con alta demanda en el mercado mundial. En el caso del arándano, un cultivo originario del hemisferio norte que se adaptó exitosamente a la Argentina, la demanda llegó a picos extraordinarios hace un par de años. Pero actualmente, al volcarse a este cultivo una gran cantidad de productores, esto ha hecho caer los precios en un contexto en que sólo los más competitivos continuarán registrando buenos márgenes de ganancias.
Así como las potencialidades del sector son altas, también las debilidades son muchas. El informe señala algunas: las pérdidas de cosechas por falta de sistemas de protección anti-granizo, anti-heladas y anti-viento en algunas regiones; baja capacidad y tecnologías de frío para la conservación y transporte del producto, escasa diversificación de los cultivos que permitiría aprovechar la capacidad ociosa de la tierra con otros cultivos estacionales, la escasa información sobre los requerimientos de seguridad y calidad en los mercados internacionales y la dispar calidad de los productos provenientes de distintas regiones.
En este sentido, organismos como el INTA y el INTI, junto a universidades y asociaciones de productores están llevando a cabo investigaciones sobre cultivos alternativos, métodos de producción más eficientes, mejoramiento genético de las variedades de frutas, entre otros.
Industria farmacéutica Crecimiento saludable
En la Argentina hay cerca de 230 laboratorios de especialidades medicinales, de los cuales sólo 110 cuentan con planta de producción; 93 de capitales nacionales y 17 filiales de empresas extranjeras. La facturación de los primeros 20 laboratorios (11 de ellos argentinos) representa el 60 % del mercado doméstico. Una concentración similar existe en el sector de las droguerías: de las 142 autorizadas por la ANMAT, las primeras tres acaparan el 60% del mercado.
Se trata de una actividad de alto valor agregado y generador de empleos de calidad, con una fuerte localización en la Capital y el Gran Buenos Aires. En él, la proporción de profesionales y graduados universitarios es mayor que en otros sectores.
Las potencialidades del sector son grandes, sobre todo en el desarrollo de medicamentos de origen biotecnológico. Pero para ello hace falta una mayor integración entre la investigación básica en universidades y centros de investigación públicos y privados, y la creación de nuevas empresas o la vinculación tecnológica con las ya existentes.
El informe también señala la necesidad de adecuar algunas plantas y procesos productivos a normativas internacionales, a fin de impulsar la exportación de productos medicinales fabricados localmente, así como desarrollar fondos de capital de riesgo destinados a la incubación de nuevas empresas de base biotecnológica.

Fuente: 26/02/2009 El Cronista Comercial - Nota - Sup. Pymes - Pag. 1 María Gabriela Ensinck.

Últimas noticias