Industriales preocupados por el avance chino en el mercado local

Industriales textiles debatieron sobre la actualidad y las potencialidades de este sector clave de la producción nacional, en la Tercera Convención de la Agro Industria Textil, de Indumentaria y Diseño Argentino, que organizó la Fundación Pro Tejer, el 23 de agosto de 2007.

29/08/2007
El peligro del aumento de importaciones chinas, la necesidad de ampliar las restricciones para superar la crisis energética, la importancia de mantener un tipo de cambio competitivo para favorecer al sector industrial y el fuerte apoyo a la reindustrialización del sector por parte del Gobierno, fueron los ejes centrales de los debates que se sucedieron en el marco de la Tercera Convención de la Agro Industria Textil, de Indumentaria y Diseño Argentino, que organizó la Fundación Pro Tejer. En ese encuentro, el director general de Aduanas, Ricardo Echegaray, destacó que los industriales argentinos tienen en ese organismo del Estado un “aliado estratégico para resguardar el desarrollo productivo”, ya que “es un eslabón muy importante en la nueva Argentina que se viene y que garantiza las condiciones adecuadas para establecer la visión del capitalismo nacional con inclusión social”. Respecto de de las importaciones provenientes de China indicó que, en el primer semestre del año crecieron 59% respecto de igual período de 2006, al pasar de 1.600 millones a 2.566 millones de dólares. Sobre el mercado textil chino los panelistas de la Convención afirmaron que es considerado como el gran depredador de las industrias nacionales del resto de los países del mundo por sus bajos costos de producción. Además, los industriales del sector textil pidieron medidas para sortear sin más sobresaltos la crisis energética y estimaron que es necesario plantear un plan de uso racional para el resto de los consumos que no sean los industriales. Según explicaron, la industria significa sólo el 30% del consumo energético del país y el resto, tanto usuarios domiciliarios como sectores público y privado, representan el 70% restante. Por eso, pidieron que no se le aplique una restricción del 100% para un solo sector y para el resto nada. Durante el panel sobre “Política industrial y desarrollo de la cadena de valor agro textil – indumentaria de la Argentina”, el empresario del sector y vicepresidente de la Cámara Argentina de la Indumentaria, José Ignacio de Mendiguren, remarcó la necesidad de hacer un uso racional de la energía hasta que, recién a fines de 2008, las nuevas inversio De Mendiguren defendió a ultranza el tipo de cambio alto, al relatar que “en la Argentina hubo una escuela del retraso cambiario, con la lógica financiera, que dio excelentes negocios para aquel que vendía plata. Con eso se generó la Argentina financiera importadora, un esquema que subsidió a la importación y castigó a la producción. Entender este problema hace que no nos tentemos con estas viejas recetas. La Argentina tiene un tipo de cambio que le permite tener doble superávit y alto nivel de reservas”. En tanto, Mariano Kestelboim, economista de la Fundación Pro Tejer, hizo un pormenorizado detalle de los números del sector industrial textil. “La productividad del sector textil creció 44% en los últimos cuatro años y la producción 109%. Se invirtieron 3.000 millones de pesos en tecnología productiva y el sector generó 221.000 empleos desde la salida de la convertibilidad”, aseguró. Por su parte, Ricardo Rozemberg, de la Gerencia de Estrategia y Ambiente de Inversión de la Agencia Nacional de Desarrollo de Inversiones de la Jefatura de Gabinete de Ministros, explicó que el sector de la indumentaria tiene enormes posibilidades de crecimiento por la gran capacitación e innovación que muestra y que para lograr eso requiere un trabajo permanente, “como el que hace la Fundación Pro Tejer”, y remarcó que los industriales deben saber cómo aprovechar el tipo de cambio competitivo para hacerse fuertes en el mercado. Durante la Convención Anual, los empresarios del sector textil hicieron una cerrada defensa del modelo económico actual y señalaron que el desafío para el futuro es “aumentar la inversión para generar más crecimiento y más empleo”. El presidente de la Cámara Argentina del Sweater y secretario de la Fundación Pro Tejer, Pedro Bergaglio, y el secretario general de la Asociación Obrera Textil y socio fundador de la entidad, Jorge Lobais, remarcaron el crecimiento que experimentó en los últimos años la industria textil, elogiaron la política económica y señalaron los desafíos para el futuro del sector. A su turno, la secretaria de Industria, Leila Nazer, ratificó que el Gobierno tiene “la firme voluntad de proteger la industria nacional” y aseguró que “de ninguna manera va a permitir que las importaciones afecten la consolidación de este modelo productivo”. Asimismo, destacó que este modelo “tiene su eje en el desarrollo económico sostenido, que se sustenta en una integración de las cadenas de valor, en el fortalecimiento de las Pymes, y en la generación de empleo”. En este sentido, indicó que “la inversión es clave para consolidar este modelo” y para “mejorar la eficiencia y efectividad de la industria”. Como estrategia de defensa de la industria nacional, Nazer señaló las medidas anunciadas con el Gobierno “de protección contra las importaciones que ingresan a precios irrisoriamente bajos y que atentan contra el modelo productivo del país”. “Cuando se detectan situaciones de competencia desleal actuamos con rapidez para evitar que los daños se profundicen”, aseguró y sostuvo que todo esto forma parte del “eje central” del Gobierno que tiene una “firme vocación de defensa en materia de su posicionamiento en el exterior”. Al respecto, recordó “la firme posición argentina en la Ronda de Doha, que también tiene su principal eje en la defensa nacional”. Respecto de la protección de la industria textil de las importaciones chinas, el presidente de la Fundación Pro Tejer, Aldo Karagozian, sostuvo que la invasión de esos productos es una cuestión que “aunque lleve muchos años” es preciso “trabajarla todos los días”. Asimismo, Karagozian alertó que si bien “en la Argentina el mercado de comercialización está bien atomizado, no hay que descuidarse y que por ello termine concentrado en un grupo de grandes cadenas”. “Existe una plataforma con muy buen volumen de producción, pero igual vamos por más”, remarcó el dirigente empresario parafraseando el slogan de Pro Textil.07. Remarcó que “hay un tema coyuntural que es China, que aunque lleve mucho años, hay que trabajarlo todos los días”, y añadió que “la concentración del mercado minorista no es un problema en la Argentina pero puede serlo”. Otro de los conceptos compartidos por los expositores durante el encuentro fue el de que el desarrollo de marcas y tiendas propias es actualmente la mejor manera de preservar a la industria nacional de la depredación que conllevan las importaciones chinas, a precios a los que no es posible ni siquiera realizar la hechura de una prenda.
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