En medio de la crisis internacional más profunda de las últimas décadas, con fuertes caídas del comercio a nivel global, desde la Unión Industrial Argentina respaldamos las medidas que supongan la defensa de la producción y el empleo nacional.
En este marco, y ante los recientes reclamos de Brasil, vale destacar que Argentina presenta un déficit estructural con su principal socio comercial que, durante 2008, ascendió a USD 4.347 millones, llegando a USD 7.714 millones para las manufacturas de origen industrial (MOI). En esta misma línea, el déficit comercial acumulado en los últimos cinco años arribó a USD 17.909 millones y USD 30.387 millones en el caso de las MOI.
Sin embargo, en función de la crisis, en el primer bimestre del año tanto las importaciones como las exportaciones a Brasil se redujeron 49% y 44% respectivamente, reduciendo así el déficit bilateral.
Vale destacar que Brasil es nuestro principal proveedor de Bienes de capital y Bienes intermedios, por cuanto la caída en las importaciones refleja la menor demanda de la Argentina en un contexto de crisis mundial, y no responde a medidas proteccionistas no contempladas por la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Por otra parte, Brasil trae a cuestas una historia de más de 30 años de protección de la producción, junto con el financiamiento a tasas subsidiadas por parte de su Banco Nacional de Desarrollo (BNDES), que incluso han sido otorgadas para la compra de empresas argentinas.
Todo esto abre una brecha estructural de importancia respecto a una economía como la argentina, que lleva solo 6 años de recuperación de sus capacidades tecnológicas y productivas.
Llama la atención que una economía de la dimensión de Brasil esté orientando sus esfuerzos de política comercial hacia un socio cuyo resultado bilateral le es favorable -como ha ocurrido por años con todos los miembros del Mercosur- cuando más del 90% de sus exportaciones son colocadas en el resto del mundo y se constituyen en el problema comercial real del vecino país.
En estos momentos difíciles resulta necesario trabajar en una repuesta conjunta frente a la crisis global y no promover conflictos regionales que agudicen aún más el impacto de la misma.
Unión Industrial Argentina
4 de marzo de 2009