En el día de la fecha, en el marco de la reunión de Comité de la Unión Industrial Argentina, los diferentes actores sectoriales y regionales expusieron la realidad industrial y el impacto en la actividad, el empleo y las exportaciones de la crisis financiera internacional.
Con relación a la dinámica sectorial, por el sector alimenticio Adrián Kaufmann, en representación de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), remarcó que la producción creció solo 2% en lo que va del año, que supone además, en medio de la crisis internacional, una señal de alerta por el impacto que esta pueda tener sobre las exportaciones y la disponibilidad de bienes.
Además, Osvaldo Vasallo, presidente de la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel (AFCP), agregó que la fuerte desaceleración en alimentos afectó la producción de envoltorios, cajas y embalajes, al tiempo que la continua depreciación del Real en el último tiempo supone un riesgo de perder mercado a manos de Brasil, para lo cual recordó que el sector importa un 26% del consumo nacional aparente, siendo un 60% proveniente de ese país. También remarcó que en todos los segmentos se han verificado fuertes subas en los inventarios, alertando que ello puede conllevar paradas técnicas más prolongadas, suspensión de turnos, adelanto de vacaciones y suspensión de horas extras, entre otras consecuencias.
El mismo riesgo de Brasil, ampliado además a China (desde donde las importaciones crecieron 32 veces desde 2003), fue alertado por Oscar Perez Larumbe, presidente de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), agudizando una realidad que ya aparecía complicada para las confecciones de producción masiva de ropa interior y exterior. En lo que hace al impacto de la crisis externa, adelantó que ya se detecta una merma del 23% en las reposiciones de la temporada de verano y se espera una disminución del 40% para la colección de invierno 2009.
Héctor Méndez, presidente de la Cámara de Argentina de la Industria Plástica (CAIP), resaltó el impacto que la suba de costos ha ido teniendo en la entrada de importaciones, tanto de productos terminados desde China (que actualmente concentra 38% del total) como semielaborados (donde China ya se ubica detrás de Brasil con el 11,2%).
En lo que hace a los efectos de la crisis internacional, expresó que en octubre se verificó una caída mensual desestacionalizada en la actividad de entre 10 y 15%, esperando que la tendencia se mantenga; en este marco, ya se han anunciado adelantos de vacaciones, eliminación de horas extras y suspensiones.
Rodolfo Achille, presidente de la Asociación de Fabricas Argentinas de Componentes (AFAC), se expresó en los mismos términos que el resto, al mencionar que la desaceleración en la demanda (al menos de 25%, fuerte en Estados Unidos y Méjico y creciente en Brasil) vino a intensificar la caída de la rentabilidad media que ya operaba previamente como producto de la suba de costos de producción, conformando un escenario de extrema complejidad donde ya se anunciaron suspensiones de personal y reducción de horas extras.
Por su parte Sergio Vacca, vicepresidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADMIRA), resaltó la fuerte caída de 5,9% en la producción durante agosto, sobre una tendencia que ya viene operando desde fines de 2007 y que, para el acumulado de 2008, supuso un crecimiento de tan solo 1,5%, muy por debajo de los períodos previos.
A la hora de establecer los factores asociados a esta realidad, mencionó algunos de carácter estructural (como las reducidas escalas de producción, falta de proveedores nacionales y la falta de personal capacitado, entre otros), sin olvidar el creciente impacto de las importaciones, que desde 2002 han ganado al menos 20% del consumo nacional aparente y dan cuenta de un déficit comercial en el sector del orden de USD 17.000 M (65% del déficit MOI total).
Juan Carlos Sacco, representante de la Federación Argentina de la Industria Gráfica y Afines (FAIGA), recordó la fuerte correlación entre la producción de su sector y la actividad industrial (que origina casi 70 de su facturación). Adicionalmente enfatizó la relevancia del tipo de cambio real dado la importancia de las exportaciones en la evolución del sector.
Finalmente, Roberto Arano, vicepresidente Pymi de la UIA, resumió la realidad de las PyMEs, resaltando el impacto de los costos y del amesetamiento de la demanda sobre la producción en este segmento de empresas, agudizado tanto por el conflicto con el sector agropecuario como por la crisis internacional. En este marco, mencionó que durante el segundo trimestre del año las cantidades vendidas cayeron 8%, según datos de Observatorio Pyme, alertando además que las tendencias para el tercer trimestre no muestran una reversión al alza, en especial para aquellos tramos de producción con menor tecnificación.
En lo que hace a la realidad regional, Juan José Coll, presidente de la Unión Industrial de Misiones remarcó que para el Noreste del país, la industria forestal, uno de los sectores clave de la zona, ha sido una de las más afectadas.
Así, esta provincia vio caer dramáticamente las exportaciones a EEUU y Europa, los principales mercados de exportación, así como también las ventas internas, dejando al borde del colapso a esta actividad.
Otras actividades en desaceleración son la textil, la citrícola, la maquinaria agrícola y el turismo. Las perspectivas de la industria regional ofrecen un panorama desalentador, y los datos presentados por el Contador Ricardo Khayat de la Unión Industrial de Chaco, dan cuenta de ello: en septiembre, el Indicador de Demanda de Laboral IDL-Chaco exhibió en una disminución interanual del 14% lo que denota la merma de la demanda de bienes dentro de la región.
Por otra parte, el Noroeste argentino también ve resentirse a sus principales industrias. Según la presentación del Ing. Daniel Chavez Díaz, vicepresidente de la Unión Industrial de Salta, los sectores que manifestaron mayores descensos en su actividad son el minero, el azucarero y el turístico. Asimismo, la industria papelera jujeña, que enfrentaba caídas en las ventas desde el inicio del conflicto con el agro, vislumbra una aceleración de este proceso.
La región Cuyana presenta caídas de la demanda interna y externa en la mayoría de las actividades industriales. Según informó Jorge Sorabilla, en representación de la Unión Industrial de La Rioja, el sector textil, de gran relevancia regional, manifestó una reducción en el nivel de actividad del 30% en promedio al igual que el sector plástico.
La caída del precio internacional de la aceituna, cultivo tradicional de la zona, deja como saldo una contracción de la actividad y una merma del personal contratado que asciende a 20%.
Juan Moravek, presidente de la Unión Industrial Patagónica, precisó que la industria Patagónica, netamente exportadora, verá gravemente afectado su ingreso a los mercados internacionales, en un contexto recesivo. La región, que ya sufría un alza en los costos de producción de alrededor del 20% anual debido, principalmente, al aumento de los fletes marítimos y terrestres, verá resentidas actividades tales como la pesca, la industria textil y la frutícola. Las mismas deberán competir con las producciones de países que se han tornado más competitivos debido a la reciente depreciación de sus monedas. Asimismo, se estima una contracción del 20% de la actividad turística, de vital importancia para la región.
Las provincias del Centro del país -Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires-también recibirán el impacto de la crisis sobre sus industrias más importantes. Según Oscar Guardinelli, presidente de la Unión Industrial de Córdoba, para la industria automotriz, uno de los principales encadenamientos de la región, sin dudas, este contexto negativo a nivel internacional afectará la producción nacional por varios canales -fundamentalmente por el lado real, es decir, por una merma en la demanda interna y externa. También se verá afectada la cadena textil –indumentaria, que ha anunciado caídas de la actividad del orden del 35% en promedio y suspensiones en las plantas. Otros sectores que sufrirán el embate son la industria láctea y la plástica.
Guillermo Moretti, vicepresidente de la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE), informó que la industria en Santa Fe también atraviesa una difícil realidad. Por el lado de la industria automotriz, que exporta una alta proporción de su producción, debido a la caída en la demanda internacional. También se observa un retraimiento de la actividad de los sectores textil, construcción y madera. En este último caso, con una marcada entrada de productos brasileros. Por otro lado, cayó la producción en los frigoríficos y en los lácteos, aproximadamente un 11% en pesos.
Finalmente, Osvaldo Rial, presidente de Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA), precisó que de un relevamiento de 400 empresas, una alta proporción enfrenta bajas en la demanda interna, externa y en su producción. Esto se da en casi todos los rubros, incluido alimentos, cerámica, y textil. Muchas empresas informaron suspensiones de pedidos desde el exterior, que fueron redireccionados a empresas brasileras. En la misma línea se refirió Juan Carlos Uboldi, presidente de la Asociación de Industriales de la Provincia de Buenos Aires (ADIBA).
Unión Industrial Argentina
21 de octubre de 2008