Desde UIA nos manifestamos en contra de los aumentos en el comercio fluvio-marítimo, ante la suba de los peajes de la Hidrovía propuestos por la Administración General de Puertos (AGP). El reclamo fue hecho durante la audiencia pública celebrada por considerar que tienen un efecto directo en los costos de flete, que afectan la competitividad de las exportaciones argentinas y los costos de los insumos importados necesarios para la operación de las cadenas de valor. Los aumentos en el peaje de la Vía Navegable Troncal podrían aumentar entre el 46% y el 63%.
Representantes de UIA manifestaron que “en un contexto global de alta competencia que exige mejorar las condiciones de acceso a los mercados internacionales, medidas como ésta atentan contra la competitividad del desarrollo industrial argentino”.
La tarifa propuesta por la AGP podría incrementar todos los costos de importación y exportación de graneles en más de un dólar por tonelada y los costos de los contenedores de importación y exportación en valores que oscilarán entre los 60 y 85 dólares extra.
Todos incrementos que no se traducen en una mayor eficiencia del transporte por la vía de navegación, sino por el contrario, se le sigue aplicando a la carga el costo de gestión de una entidad que operaba "bajo riesgo del concesionario" y que por ende debería absorber sus pérdidas.
El aumento de los peajes se suma a los altos costos portuarios que representan más barreras para las exportaciones argentinas y menor competitividad. Así se desprende del informe de la UIA “Los costos portuarios como barreras para la exportación”, realizado por el departamento de Transporte y Logística de la entidad y que revela que mover un contenedor de 40 pies en Argentina llega a ser hasta 3 veces más caro para las exportaciones en comparación a otros puertos de la región y hasta 7 veces más caro para el caso de las importaciones.
Desde enero de 2024, el tarifario del puerto ya se modificó dos veces en dólares, con un tercer aumento anunciado para septiembre. Esto sucede tras la eliminación de la política de tarifas máximas en 2023, a pesar de que aún con tarifa plana, el Puerto ya se ubicaba entre los más caros de la región.
Si a estos mayores costos portuarios se le adicionara el efecto del potencial incremento de la tarifa de la Hidrovía, el movimiento de cada contenedor podría elevarse entre US$60 y U$S70 adicionales. El informe también advierte sobre aumentos en el costo de operación portuaria en detrimento de la competitividad con respecto a los puertos vecinos. “Esto está caracterizando al Puerto de Buenos Aires como un puerto feeder y a nuestro país como un punto logístico poco competitivo”, concluye.
Como propuestas para revertir esta situación, la UIA sugiere que, en lo que refiere al peaje de la Hidrovía, se realice una pronta licitación del dragado para validar sus costos, se limite las tareas de dragado sólo a las zonas mandatorias, no se carguen sobre este contrato costos anexos de la AGP, y que no se pase a los usuarios futuros la deuda pasada generada por temas de gestión y administración. En lo que respecta a la situación portuaria, la UIA sugiere transparentar el costo de seguridad portuaria que hoy se cobra al total de la carga por parte del puerto, así como extender el horario de atención de las aduanas para reducir la necesidad de recurrir a servicios extraordinarios, que se cobran extra, suprimir el cobro de estacionamiento de camiones cuando la demora se debe a un problema de la terminal e instrumentar el Bill of Landing electrónico. En cuanto al Puerto de Buenos Aires, los técnicos de la entidad proponen establecer que la modificación de las tarifas también deba plantearse contra la presentación de las estructuras de costos. Atendiendo a la situación actual y la comparativa regional, se considera que AGP debería retrotraer el tarifario a los montos de noviembre del 2022, previo a los aumentos ocurridos tras la prórroga de la concesión realizada en 2023, dado que son sumas en dólares que percibe por el uso de espacios, muelles o estructuras ya amortizadas.