El estudio “Costo argentino: elementos clave para lograr competitividad” analiza seis variables y 14 indicadores comparados que muestran que la industria argentina pierde competitividad por factores puertas afuera de las fábricas. A pesar de tener una productividad que está por encima del promedio de América Latina, en términos de competitividad, el país ocupa el puesto 66 de 67 países, según el ranking publicado por el International Institute for Management Development (IMD).
Entre los factores que inciden en el costo argentino destacan la inestabilidad macroeconómica, la falta de financiamiento, la presión tributaria, la falta de infraestructura y los costos de energía y logística. A ellos se suman otros como las crecientes tasas municipales, numerosos trámites que suman burocracia e impuestos a los IIBB provinciales. La comparación de estas variables con algunos países de la región y del mundo confirman el análisis del IMD.
En este sentido, una política de reducción de costos se vuelve fundamental para una inserción competitiva de la producción. Una nueva ley PyME que incorpore herramientas de financiamiento y estabilidad fiscal, iniciativas para avanzar en la simplificación burocrática, una ley de incentivo a las inversiones productivas y reducciones de costos en materia laboral, energética y logística son algunas de las medidas que proponemos para avanzar en una agenda que mejore la competitividad de la industria.