La principal pieza institucional de la COP es el “Plan de Implementación Sharm el-Sheikh”, se articula alrededor de 16 grandes ejes. Entre ellos, se pueden destacar: la creación del Fondo de Pérdidas y Daños, que tiene el objetivo de compensar las pérdidas y daños provocadas por los eventos provocados por el cambio climático a los países en desarrollo y, especialmente, a los países vulnerables. Los detalles operacionales se abordarán en la COP 28.
La puesta en marcha de la Red de Santiago que tiene por objetivo catalizar la asistencia técnica para los países en desarrollo que son especialmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático.
El llamado a reformar los organismos multilaterales e instituciones financieras internacionales para redefinir las prácticas y prioridades bancarias, alinear y potenciar la financiación climática y definir una nueva visión y modo operacional de dichas instituciones con el propósito de abordar adecuadamente la emergencia climática.
La necesidad de reducir la emisión de gases de efecto invernadero de manera rápida, profunda y sostenida, así como la transformación de los sistemas de energía incluyendo la aceleración de la transición hacia la energía renovable.
En el contexto de la Conferencia, el Grupo de Expertos de Alto Nivel de las Naciones Unidas presentó un informe denominado “Integrity Matters”. Este trabajo realiza recomendaciones para garantizar la robustez y transparencia en implementación de los compromisos net zero por parte de empresas, instituciones financieras y otras organizaciones no estatales, así como también evitar el greenwashing.
Argentina participó como presidente pro-tempore de la CELAC con una presentación de lineamientos acordados por todas las autoridades de cambio climático de los países miembro. Entre otras cuestiones, se reclama mayor provisión de financiamiento climático robusto por parte de los países desarrollados, capitalizar los fondos climáticos existentes como el Fondo Mundial para el Medio Ambiente, el Fondo Verde por el Clima y el Fondo de Adaptación e impulsar instrumentos de financiamiento climático innovadores tales como bonos soberanos, fondos de garantía, canje de deuda por acción climática, entre otros.
De la región, se destacó un evento paralelo organizado por Chile que contó con la participación de pueblos originarios, autoridades de México, Colombia, Ecuador y Chile para discutir sobre la implementación de Escazú y su próxima Conferencia de Partes a realizarse en Buenos Aires durante abril de este año. Durante su participación, Luiz Inácio Lula da Silva propuso realizar la COP28 en la Amazonia, fijando los parámetros de su administración respecto al tema.
La agenda de trabajo para Argentina encuentra en la “carbono neutralidad” uno de sus principales desafíos. Lo será en los términos previstos en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) y en el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación, con una reducción agresiva de emisiones de gases de efecto invernadero. Alcanzar esta meta implicará nuevas políticas públicas, incentivos y reglamentaciones para lograr la efectiva “transformación del sistema productivo industrial” y la “transición productiva” referidas por el plan nacional, así como la optimización de sistemas de economía circular y eficiencia energética para el sector industrial.