La LCIP ha sido la política de mayor envergadura en materia de financiamiento para la producción, en especial para las PyMEs y las economías regionales, desde su creación. En sus siete tramos de financiamiento, tras su instauración a mediados de 2012, ha permitido el acceso de miles de PyMEs industriales al crédito bancario a tasa fija, con un impacto de más del 2% del PBI.
La solicitud de la UIA, a través de su Departamento de Pequeñas y Medianas Industrias (PyMI), se da en el marco de un estancamiento de la actividad y del empleo industrial de los últimos años, fenómeno más pronunciado en las PyMEs, y de un escenario financiero con tasas de interés más elevadas desde principios de 2014.
En este contexto, resulta fundamental el acceso al crédito bancario a tasas de interés competitivas. De acuerdo a un relevamiento del Centro de Estudios de la UIA (CEU-UIA), el impacto de las tasas de interés sobre las PyMEs durante los últimos dos años ha redundado mayoritariamente en una disminución de la rentabilidad (44%), un aumento en la utilización de capital propio (13%) y un traslado de costos financieros a su cadena de pago cuando esto fue posible (10%), consecuencias que tienden a limitar el crecimiento del volumen de negocios de estas empresas.
El Departamento PyMI de la UIA sugirió en su solicitud de renovación algunas medidas que contribuirían a aumentar la demanda de crédito PyME y a favorecer su recuperación y desempeño en 2016:
- Ampliar el cupo para descuento de cheques sin restricciones de meses y plazos en los cuales las PyMEs pueden descontarlos, manteniendo la proporción actualmente destinada a dichos instrumentos.
- Incluir la posibilidad de financiar exclusivamente capital de trabajo a plazos de entre 6 y 12 meses a tasa fija en similares condiciones a las de inversión productiva.
- Ampliar el plazo de créditos a tasa fija para PyMEs a 5 años, habida cuenta de la baja participación de los créditos de largo plazo en la LCIP.
- Establecer un cupo para PyMEs “primerizas” sin antecedentes de crédito en el sistema financiero con tasa preferencial, en virtud de que aún quedan muchas empresas por poder acceder a esta importante herramienta crediticia.
- Habilitar el acceso a créditos a tasa fija en el marco de la LCIP a las empresas que excedan la facturación dispuesta por la clasificación PyME según Resolución SEPYME 357/2015 hasta un tope de $430 millones de pesos[1] promedio de facturación anual en últimos tres años sin IVA, pudiendo descontar de dicho tope el 50% de sus exportaciones, sin que su aplicación a dichas empresas disminuya el cupo de crédito asignado a las PyMEs.
La implementación de las medidas solicitadas tenderá a potenciar el acceso al crédito para la producción, ampliando el uso de los instrumentos financieros por parte de las PyMEs, que redundarán en un aumento del nivel de actividad y del empleo, favoreciendo a la actividad económica en general.
[1] Cabe destacar que dicho límite de facturación para la consideración PyME ha sido establecido por la Comisión Nacional de Valores para acceder al Régimen PyMEs CNV a través de la Resolución General 640/2015 de dicho organismo.